El Día Mundial del Medio Ambiente hace un llamamiento a la reducción de los gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global. El tema de este año es «La contaminación del aire: Piensa, actúa e inspira».

El día pretende destacar la importancia de tomar medidas personales, domésticas y políticas para hacer frente a la contaminación atmosférica. También anima a la gente a pensar en cómo la contaminación atmosférica les afecta a ellos y a sus familias, así como a sus comunidades, entornos y economías.

En las últimas décadas ha aumentado la concienciación sobre el impacto de la contaminación en la salud y el bienestar humanos. Sin embargo, la contaminación atmosférica va más allá de dañar nuestra salud: también afecta a nuestro clima y a nuestro medio ambiente al contribuir al cambio climático mediante la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono (CO2).

¿Qué es el dióxido de carbono o CO2?

El dióxido de carbono, o CO2, es un gas natural presente en la atmósfera terrestre. Lo producen los seres humanos y los animales cuando respiran, así como las plantas durante la fotosíntesis. También se libera a la atmósfera cuando quemamos combustibles fósiles como el carbón y el petróleo para obtener energía.

El dióxido de carbono no perjudica directamente a los seres humanos ni a otros seres vivos cuando está presente en niveles normales en la atmósfera. Sin embargo, cuando hay demasiados gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono) en la atmósfera que atrapan el calor para que no escape al espacio, se produce el calentamiento global. Esto puede tener graves consecuencias para nuestro medio ambiente, como la subida del nivel del mar, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos como huracanes e inundaciones y sequías más extremas en algunas zonas del mundo.

Cómo se reparten las emisiones de CO2

desencadenan el cambio climático, la crisis climática o la emergencia climática. Los tres términos se usan para describir el calentamiento global. Pero no todas las emisiones proceden de los tubos de escape de los vehículos alrededor del planeta. Hay otros muchos factores que aceleran dicho calentamiento.

Así, las diferentes actividades industriales son las que mayor impacto causan sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones se reparten entre cinco sectores:

• Transporte: 28%
• Industrias: 26%
• Generación de electricidad: 23%
• Edificios: 13%
• Agricultura: 12%

Las emisiones en el transporte

La mayor cantidad de emisiones mundiales corresponden al transporte, donde se encuentran ubicados todos los tipos de desplazamientos: marítimo, aéreo, ferrocarril y carretera.

Según los datos del Parlamento Europeo en 2019, los porcentajes de emisiones del transporte se reparten del siguiente modo:

• Transporte por carretera: 19,35%
• Aviación: 3,42%
• Navegación: 3,15%
• Otro tipo de transporte: 0,27%

El mismo estudio revela que el mayor número de emisiones de CO2, y que también se engloba dentro del transporte, pertenece a la división de «otros sectores» al que corresponden la energía, la agricultura, los procesos industriales y el uso de productos y la gestión de residuos. Este apartado libera a la atmósfera la friolera del 73% de las emisiones del transporte.